Premisas:
- Niños con correa
Yo no quería niños, no quería ese tipo de enanito que te pide todos los días un poco de amor; y luego lápices, y juguetes, y babys, y libros, clases de idiomas o viajes.
No quería niños, y en esto era recalcitrante. Por eso le dije a mi pareja que nada de nada, que se olvidara del tema, que no me iba a pillar en eso… pero al final acepté.
Tuvimos un precioso niño que me esclaviza a mi trabajo, una pequeña bestia con rizos rojizos como ella y ojos azules como yo.
El tema es que tenía más de abuelo que de padre, tenía 55 años y al cumplir 56 me prejubilaba, y me regalarían un bonito reloj de pulsera. Por eso mi plan era regalarle ese reloj a mi vástago el mismo día que me lo dieran.
Que la amarrara a los 5 días a la semana, 7 horas de sueño, el sexo restringido y las tres comida pautaditas, y así 4 ó 5 semanas al mes, 12 meses al año, año tras año, hasta que cumpla él también los 56, o lo que le toque.
¿Y sabéis qué? Cuando se lo di, me miró con sus grandes ojos azules, y el desgraciado lo que hizo fue tirármelo a la cara.
Pero lo esquivé, y le dio a su madre.