La Libertad está charlando con los embajadores de Oriente y Occidente.

Oriente: Por fin. Ya he dejado atrás la miedo, el sufrimiento, la ira. He realizado un largo viaje para llegar hasta aquí. Cualquiera diría que el ser humano nace libre, sí, ¿pero en qué medida? Todos vivimos condicionados, ya sea por la genética, por la educación, por nuestra situación económica, por la situación política de nuestro país; de las que no tenemos la culpa. Yo he tenido que luchar por mis derechos como si nadie hubiera velado por ellos, he atravesado zanjas, he cruzado vallas, he surcado mares, y lo más doloroso, sin duda, ha sido dejar a muchos de mis seres queridos atrás.

Libertad: La sociedad ha velado por la libertad a lo largo de la historia aunque todavía hay mentes que son impermeables, y por desgracia están al mando de las grandes decisiones. Se trata de llegar a lo más profundo de sus mentes. En la mente es donde están los límites, que se manifiestan en el exterior a través de vallas, zanjas, odio, violencia. Quien vive libre dentro de sí mismo, vive libre en la realidad.

Occidente: ¿Pero, qué es al fin y al cabo la libertad? ¿Independencia, desapego? Yo vivo atado a mis emociones, a las opiniones de los demás, a mis posesiones, a mi tiempo, a las ideas que me imponen. Tampoco soy libre, en la medida en que no puedo disfrutar de todo lo que tengo. No son límites físicos, pero también me hacen sufrir.

Libertad: Al igual que los ciudadanos tienen que conquistar sus derechos, porque injustamente no se les reconocen incondicionalmente, el individuo también ha de conquistarlos en su propio interior. Soy vuestra guía y ahora digo: disfruta de tus logros.

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