Tiendo la mano esperando una respuesta. Aunque me tienes enfrente de tí tu mirada intenta no fijarse en mí y quiere desvanecer mi imagen como si fuera solo una pesadilla lo que estas viviendo. Nuestra sangre fluye a la misma velocidad por las venas, mis manos ansían estrechar las tuyas y solo recibo una respuesta. Mi corazón late al compás del tuyo y bombea como lo hace el tuyo pero no quieres escucharlo. Dame la mano y danzaremos decía la canción pero angustiado me miras y quieres huir de lo que tienes delante, deseas salir corriendo y no te atreves a mirar atrás. Te llamé por tu nombre y sentiste pena de que yo supiera como te llamaban quienes eran tus amigos. Si me das la mano te la cogeré y te pediré respuestas. ¿Quién te hizo creer que en algo eras superior a mi? ¿Quien te hizo pensar que mi sufrimiento era mayor que el tuyo? ¿Acaso mi corazón no busca la verdad? ¿ se equivocó mi mente pensando que tu mano me brindarías? ¿Quién dijo que no podría confiar en el ser humano y que tu mano no la alcanzaría jamás?
Cuando eras pequeño te salvé del arroyo, la corriente te llevaba y tu sujetabas tus manos con fuerza en la roca. Me miraste: entendí tu deseperación y me tiré de cuerpo al río sujetándome al árbol para que cuando alcanzara tu mano, el tronco nos sostuviera a los dos. Mi corazón latió como el tuyo pero esta vez yo morí de frío.