Yo Lobo; con los ojos lodosos,
no llorosos,
con ocho ososortodoxos,
o con ocho orcos odontólogos,
o con Yoko Ono por ocho .
Todos son ocho por dos ojos,
Ojos sordos como pozos hondos,
Ojos son oros como gordos globos. ¡Oh!
De repente, me desperté en el tenderete.
Pensé: ¡Déjeme, espere!
¡Que este mes me quede en este embelese!
Enfrente, en emergente tez, exprésese Pepe.
¡Eh, metre! ¿De qué es este té?
Es que… ¡Merece ser el té del Edén!
Pepe es el gerente del tenderete de enfrente.
El metre se enternece: Este té es del vergel de Esther.
¿Este verde? ¿Es el de Esther?
Éste es.
¡Es fetén, démele, que me envenenen de él!
El metre se estremece:
Ese cercene es menester del jefe del tenderete.
¿Jefe?, enérvese Pepe,
¿Qué jefe?
Ése es.
¿Ese mequetrefe? ¡Qué le den! ¡Déme el té!
Entre Tés, jefes, Estheres,
regresé de éste , el tenderete,
entré en el Vergel del Edén.
Yo Lobo; con los ojos lodosos, no llorosos,
con oso ortodoxo, con orco odontólogo, o con Yoko Ono,
yo, Lobo, ¡Yo!
Soy una perdiz.