Imagen de categoría

Yo era fuego, manto, ser, agua dupla, selva y vientre,

era estar, nacer, morir; como ciclo conveniente,

daba negro a su dormir, luna al cielo, paz yacente,

y la luz al despertar, pura vida, vida alegre.

Traía brisa, fruta al sol, brillo,

vino, escarcha y verde.

Y aquí estoy, me veo morir

entre lodo, fango y huestes.

Y ya se lo que vendrá,

tierra yerma en alma inerte.

Yo era tuya, todo a ti, y por dar

mira si dí, hasta mis astros celestes.

Llora el monte sin verdor

Y los mares sin su agreste

Y los ríos sin caudal, sin frescor, sin su simiente.

Hombre, a quien todo le di, al que amé siendo naciente,

se olvidó cuidar de mi, imposible fue quererme,

se olvidó que siendo así será sombra penitente,

y me dejará morir para ir tras de mi suerte.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *