Esta es la historia del pequeño Viktor, el y su familia tenían su hogar sobre una panadería o «pekernya» como los grandes la llamaban. Viktor era el más pequeño de todos sus hermanos, también era el más curioso de ellos.

El y sus hermanos solían escabullirse de sus padres para infiltrarse en la panadería para poder observar a los grandes que venían a comprar panes, tartas, galletas o empanadas. Para decir la v verdad los hermanos se fijaban mucho mas en estos últimos mientras que Viktor prefería fijarse en los grandes.

Por esos días algo llamaba la atencion de Viktor, ya que la cantidad de grandes que solían ir a la tienda había aumentado. Estos nuevos grandes que habían atrapado la atención de Viktor iban vestidos con colores llamativos, que al parecer los identificaban como parte de la misma familia. Pero lo que mas llamo la atención de Viktor era ver como todos estos parecían estar muy contentos e iban haciendo ruido constantemente.

Una tarde y sin que nadie se lo esperara, se escucho un gran estruendo como no había escuchado antes en su vida Viktor. Asustados sus hermanos corrieron a buscar refugio con sus padres, Viktor intento hacer lo mismo pero se atasco y cayó al suelo y debido al susto sus hermanos no se percataron de esto.

Solo y temeroso Viktor se levantó, y ahí fue cuando lo vio: El panadero saltaba de alegría, los grandes se abrazaban y bailaban. Viktor curioso y sorprendido se olvido de su miedo y se quedo absorto, cuando luego de un rato nuevamente el estruendo, y esta vez pudo ver como estallaba el jubilo en los grandes, y así otras tres veces más, tanto que ya Viktor se contagio de esta alegría.

Durante los siguientes días los estruendos continuaron, pero cada una de esas veces Viktor, el pequeño ratón, no corría como sus hermanos sino que salta lleno de alegría a celebrar los goles.

끝

(Kkeut. o sea fin)