Yo, Xian, druida del valle del Sella por tu poder, comparezco frente a tu ocaso en el mar en esta tarde de solsticio de las hojas nuevas.
Los clanes que quedan en el Castro siguen con sus danzas, saltando las hogueras en tu honor, con promesas de alianzas y matrimonios para las próximas 13 lunas.
Su música y sus voces se mezclan con el fragor de estas rompientes y el aliento de tu voz del norte cargada de mar.
Huele a leña de castaño; a romero y a sidra nueva. Huele a vida … y a un tiempo que ha de morir.
Nuestro saber y nuestra historia quedarán en el pasado porque un águila se acerca.
Lo he soñado tantas veces!!!, Las runas, el brillo de las brasas y hasta las nubes de este atardecer lo repiten.
Puedo oír el ritmo de pisadas de guerreros con brillos metálicos y escudos rectangulares.
Anegan las cañadas en anchos de tres carros y columnas que no tienen fin.
Combaten con estrategia y sabiduría más que con valor.
Ante ti, Belenus, me postro y te suplico ayuda para no ser extinguidos ni sumidos en el olvido por esta temible marea del sur.