– Pero, ¿qué es esto que ven mis ojos? – señaló Marcelo, escondiendo una risa burlona-. Por allí vienen aquellos tres muchachos, mi querido Saúl. ¿Los conoces?

– ¿A qué muchachos te refieres? – preguntó Saúl despistado, pues la única visión que tenían sus ojos era la de dos muchachas correteando y un tremendo semental de enormes cuernos, presumiendo a su lado.

– ¿Tienes mejor vista que yo y no los estás viendo? – reclamó Marcelo, señalando la escena.

– Lo único que puedo ver es a dos jóvenes y a su bovino acompañante.

– ¡Qué fácil es engañarte, amigo! Te contaré una historia:

Hace unos 15 años, en esta ciudad obsoleta nuestra, todo matrimonio joven soñaba con tener un hijo varón. Nadie quería imaginarse la tremenda desgracia que supondría dar a luz a una niña, pues la mujer era considerada la mismísima encarnación del mal. Un día, casi a la misma hora, nacieron en el mismo bloque de casas tres muchachos. En una de las viviendas vieron la luz dos preciosas niñas. Mientras, en la casa contigua, nació un muy celebrado niño. Los tres retoños crecieron jugando juntos, pero mientras las niñas fueron educadas para dirigir a la perfección la casa de sus futuros maridos, el niño, como buen varón de la época, fue estimulado para sobresalir siempre por encima de los demás. Nada era suficiente para los padres del muchacho, que rechazaban a las dos niñas de sus vecinos advirtiendo a su hijo: “Nada aprenderás de esas dos mujeres, hijo. Aléjate de ellas, pues tan solo sirven para casarse, y no dudes que, llegado el momento, te casaremos con una de ellas.”

– Espera…no entiendo a qué viene esta historia – dijo Saúl interrumpiendo el relato.

– Esas dos muchachas que ves ahí aprendieron a vivir compartiendo y en ningún momento consideraron necesario sobresalir por encima de su vecino- contestó Marcelo. – Para ellas todos eran iguales. En cambio, el otro, el hombre involucionado, en su afán de ser más, ha mudado de acuerdo a su comportamiento y fíjate en qué se ha convertido.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *