Yo soy más vasco que el copón de la baraja y aquí en Euskal Herria lo más importante es la cuadrilla. A veces uno hace una apuesta con los de la cuadrilla y resulta que en esos casos pues hay que ganar porque a ver con qué cara le miras luego al Andoni, al Txema y al Joseba que es de Vitoria y no de Bilbao pero más vasco que el Arguiñano.

Pues eso que estábamos tomando unos pintxos por el casco viejo y nos encontramos a unos de Madrid, pero de la capital ¿eh? Ahí haciendo fotos de la arquitectura, de las gentes y esas osas.

Nosotros que somos muy majos les preguntamos qué hacían por Euskadi y resulta que eran de un club de lectura, que habían venido porque había un encuentro de escritores en Bilbao. Dijeron que estaban haciendo fotos para un “disparador creativo”.

Eso sí que me disparó a mí, les propuse una apuesta al Andoni y al Joseba; que me sacaban a mí en la foto esa, así que me fui corriendo a casa de mi amatxu que está cerca del casco viejo, saqué del armario toda la indumentaria deportiva y me la puse y luego me bajé con una pelota de futbol a la plaza, pero reglamentaria la pelota, no una cualquiera. Me senté en el suelo y me la puse en la cabeza, como meditando o algo de eso.

A los de mi cuadrilla casi les da algo, el Txema llorando de la risa, el Joseba gravándome con el móvil y los chiquillos como locos. Los de Madrid venga a sacarme fotos y es que los de Bilbao nunca perdemos una apuesta y menos si vamos de pintxos con la cuadrilla.