Premisas:
- La canción del tiburón
- Limpieza étnica
- Batman
- Cachorritos
Enfundado en su traje paramilitar, se sentía poderoso como Bruce Wayne travestido de Batman.
Había instruido bien a su ejército de cachorritos; niños no mayores de doce años armados con subfusiles que apenas podían sostener entre sus delgados brazos. Y siempre, antes de cada operación de limpieza, repartía hachís entre sus pupilos para domar e inhibir cualquier atisbo de conciencia. Ese mismo ha-chís que el viejo de la montaña convirtió en raíz etimológica de la palabra “asesino”.
Era la hora y dio la orden de ataque. Otro poblado más en otro rincón per-dido de África. El sonido de las balas apenas llegaba a sus oídos, pues en los au-riculares sonaba la vieja canción “Killer” de Van der Graaf Generator. Esa can-ción en la que un tiburón que habita en el fondo del mar, mata a todo lo que se le acerca. Porque ser un genocida brutal, no está reñido con tener unos gus-tos musicales refinados.