Señor. Rey consorte de nuestra Reina Juana I de Castilla, León, Aragón y demás reinos de España.:
Ved a vuestra esposa con velos y tocas negras, ante Vos, que la tratasteis como un mero objeto de ambición y juego de política de reinos,
A ella, que os dio la corona con la que mercadeasteis para hurtársela como legitima Reina,…
Ya no podréis humillarla, ni conspirar con reyes y mercaderes.
¡Estáis muerto Señor! Y la habéis condenado.
Ahora es “Juana la loca”,
Burgos hizo de Justicia Divina, que ni los poderosos Reyes Católicos supieron hacer, cerrando los ojos ante el trato vejatorio a vuestra esposa, princesa real de Castilla.
Os conjuro a confesar:
¿ Fuisteis manipulador con desprecios y castigos para lograr vuestros objetivos?
Cuando llegó a Flandes, Juana era joven, atractiva y dispuesta a complacer a su joven esposo.. ¿ Recibió un trato desconsiderado de vos como marido descaradamente infiel.?
Cuando ella se rebeló , reclamando el respeto que merecía como esposa y princesa, ¿Vos la encerrasteis en sus aposentos, a oscuras, de modo humillante?
Señor Rey, Duque de Borgoña, habéis sido un maltratador.
Las frías aguas del Arlanzón hicieron justicia en aquel vaso de tallado cristal que puso el Destino en vuestras manos…. O quién sabe quién..
¡ Nadie se acerque al Rey ¡ – Ordenó la Reina-
Y embarazada de vuestra última hija, formó un largo cortejo de nobles a través de los páramos helados burgaleses, celando vuestro féretro,
Ya para siempre suyo fuisteis, Señor…. en su locura…
RECONOCED, solo para ella, que así fue.
Y en el Palacio de los Condestables, resonaron lúgubremente unas terribles palabras… en la fría noche del páramo de Burgos…
¡¡¡ “ASI FUE !!…
Y nunca volvió a hablar….